13 de marzo de 2012

Cualquier comida puede ser especial: ¡Hoy cocinamos!

Antes de nada, me gustaría disculparme por estar tanto tiempo ausente y más cuando acababa de empezar este nuevo proyecto: mil perdones.

Ahora, vamos al lío!

Se me ocurrió la idea de que, como cualquier detalle puede ser sorprendente, por muy pequeño que sea, ¿por qué no incluir la comida en este blog? Así que me puse manos a la obra y he ido recopilando algunas recetas que he hecho a lo largo de esta ausencia imperdonable.

Por ser la primera, he elegido algo más facilito, como la Crema de Zanahoria, muy sencilla de realizar pero sorprendente en su sabor y textura, muy delicada al paladar. Además, os puede sacar de más de un apuro o servir como cena.


Perdonad la imagen, no es de las mejores, pero ¡¡¡casi no me dio tiempo de hacer la foto!!! Fue todo un triunfo, sobre todo para mi pequeña Lucía.

¡Vamos con la receta!



CREMA DE ZANAHORIA

Ingredientes:

1 puerro.
600 gr. zanahorias (aproximadamente).
3 lonchas de queso (tipo Tranchetes); si no tenéis, puede servir el queso en porciones tipo El Caserío.
Aceite de oliva Virgen Extra.
Sal.
Pimienta (opcional).
Pistachos (opcional).


Elaboración:

Pelamos las zanahorias, las lavamos, las cortamos en dados (el tamaño no es muy importante, pero cuanto más pequeño, menos tiempo tendremos que pochar) y las reservamos. Lavamos bien el puerro, dándole dos cortes en la parte alta para eliminar bien la tierra que puedan tener por dentro; lo cortamos también en dados y lo ponemos a pochar en el aceite, a fuego bajo, con un poco de sal. Cuando esté un poco hecho, sin que llegue a dorar (tened cuidado, que el puerro dora enseguida), añadimos la zanahoria cortada y seguimos rehogando.

El siguiente paso es cubrirlo todo con agua y dejar que la verdura se cueza hasta que esté blanda. Una vez que la verdura está cocida, retiramos del fuego y añadimos las 3 lonchas de queso. Batimos todo junto hasta que obtengamos una crema fina. Rectificamos de sal y servimos, utilizando como decoración un poco de pistacho picado y un hilo de aceite de oliva virgen extra.


Es una crema que normalmente se come caliente, pero sirve perfectamente como plato frío. Así que no tenéis excusa para dejar de hacerla y probarla... ya me contaréis.

Espero no tardar tanto en volver la próxima vez, ¡lo prometo! Nos vemos muy pronto.

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